CLIENTE: AYUNTAMIENTO DE BARCELONA
LOCALIZACIÓN: Barcelona
A mediados de junio, el Ayuntamiento de Barcelona presentaba un paquete de intervenciones urbanísticas urgentes que, en esencia, pretendían ampliar el espacio disponible para peatones, ciclistas, comercios y servicios en detrimento del que ocupaban los coches.
En Barcelona, lo describieron como un plan provisional de movilidad post covid, pero fue planteado desde el principio como algo más, como un proyecto de transformación a medio plazo. En muy pocos días, de manera sencilla, la ciudad se dotó de nuevos corredores exclusivos para bicicletas, incrementó su red de carriles bus, convirtió parte de las calzadas en ampliaciones provisionales de las aceras y pacificó o peatonalizó de manera parcial varios tramos de calles.
El nuevo uso de espacios se señalizó con soluciones efímeras como pivotes, barreras de plástico, bloques de hormigón y señalética horizontal pintada sobre el pavimento (de azul las zonas para pedalear, de amarillo las de caminar).
La señalética horizontal, en azul imitando el dibujo de los ‘panots’ clásicos de las aceras de Barcelona para indicar las zonas reservadas a la bicicleta, y en líneas diagonales amarillas, para las áreas peatonales, es una solución temporal, rápida y barata que se reemplazará por ideas permanentes con un objetivo claro: crecer en espacios para el peatón.
Los trabajos de señalización horizontal han sido realizados por API Movilidad (División de Movilidad e Industrial).