CLIENTE: CONSEJERÍA DE FOMENTO, INFRAESTRUCTURAS Y ORDENACIÓN DEL TERRITORIO DE LA JUNTA DE ANDALUCÍA
PAÍS: ESPAÑA, Sevilla
Veintiocho años. Ese es el tiempo que llevaba el puente del Alamillo de Sevilla sin una inspección general que valorará su estado de conservación. Es decir, que desde que Santiago Calatrava levantara este emblemático viaducto en Sevilla en 1991 para la Exposición Universal celebrada al año siguiente la Junta de Andalucía no había comprobado mantenimiento completo.
Esta inspección ha sido llevada a cabo por imesAPI, delegación de Andalucía (División de Conservación y Medio Ambiente).
Es un puente muy singular desde el punto de vista estructural, porque funciona equilibrando el peso del tablero y el del pilono, que mide 142 metros y que está inclinado un 32%». Dispone de 26 tirantes de hasta 300 metros de longitud, y cada uno tiene 60 cordones de acero de 1,5 centímetros de diámetro en su interior, recubiertos por una vaina para impedir que el agua penetre y se oxiden. Además de este envoltorio que debe estar impermeabilizado, están anclados tanto en la parte inferior -el tablero- como en el pilón.
El resultado ha sido que el puente del Alamillo se encuentra en un estado satisfactorio pero se deben acometer una serie de actuaciones de menor envergadura. Una de ellas será la sustitución de los guardapolvos de tela que cubren los anclajes de los tirantes con el tablero por otros de un material impermeable. Por su parte, se ha comprobado que el tirante 3 tiene en su parte superior una fisura en la vaina por la que se cuela el agua y hay que repararla mediante un equipo de expertos alpinistas. En los anclajes superiores hay que sustituir por su parte toda la tornillería ya que se encuentran corroídas por óxido. Por otro lado, el estado de los cordones de acero es «óptimo», así como la nivelación del tablero en sus dos apoyos.
Estos trabajos, que se acometerán en los próximos meses, no tienen por qué requerir el cierre al tráfico del puente. Esta inspección con escáner ha permitido también la reproducción en 3D digital de todos los elementos de la infraestructura, que facilitarán futuros trabajos de conservación del puente como el supuesto de que se rompiera uno de los tirantes. Asimismo, se ha actualizado el plan de 1999 y, ahora, se recomienda una inspección rutinaria aleatoria cada cinco años y otra completa cada 25.